viernes, 17 de junio de 2016

No hay opinión posible sin exageración


Toda opinión se funda sobre alguna suerte de exageración. No hay opinión posible sin exageración. Lo pienso y a continuación se me ocurre que una opinión es más bien una forma de medir, de reducir a medida, de tratar de hacer más abordable y comprensible una realidad siempre exagerada.

Pero mi primera idea, como suele suceder con las ideas, era la mejor. La segunda no deja de ser una obviedad. Y la primera, exagerada, funda por sí misma y en consecuencia su propia realidad.