domingo, 4 de mayo de 2014

Google Maps y la nueva realidad



Google Maps anuncia que no solo vamos a poder viajar en el espacio, con Google Maps, sino también en el tiempo: podremos visitar cualquier momento en el espacio, de estos últimos siete años; sobrecoge sobre todo lo que vamos a poder visitar de aquí y de ahora, en adelante, porque lo que se abre a partir de ahora, ahí delante de nosotros, es al fin el futuro: pronto también podremos visitar nuestras distintas concepciones del mundo y de las cosas en el tiempo, las ideas que ha ido alumbrando la humanidad, a lo largo de su historia, en su misma contingencia histórica, en la pequeñez y en la grandeza de los condicionantes espacio-temporales que las han forjado, como avisara Foucault; muy pronto Google Maps cartografiará nuestras almas y seremos al fin prescindibles, turistas de nosotros mismos, nuestro propio simulacro, salvados y exonerados de la más pesada carga, la que constituimos para nosotros nosotros mismos, libres al fin de nosotros, porque todo lo que nos constituye estará almacenado en un gran procesador escondido en una isla del Pacífico, o a salvo en una cueva en las Rocosas.

Y todo el mismo día en que se canoniza a dos Papas, suena a noticia del pasado, a algo de hace muchos siglos, aunque también suena a algo del futuro, porque la Historia ya está terminando, hemos sido salvados y todo toca ya a su fin, me ha alegrado ver que en Roma recibían al rey español con vivas al rey, y que si yo soy español, español, español, español, no importa todo lo que ha pasado estos últimos años en España, la historia de España también va terminando, quienes la han gobernado han sido salvados y ya no les va a alcanzar ningún daño, he sentido ganas de llorar pensando en todo esto, he sentido ganas de llorar porque soy español, creo que España es el futuro de la humanidad, creo que deberían canonizar a Juan Carlos I, creo que su hijo Felipe, ¿Felipe VI?, no lo sé pero da igual porque va a ser el último rey, el rey mundial definitivo, ya no tendrá sentido numerar a ningún monarca, su hijo Felipe, sí, Felipe El Definitivo, va a descender sobre los cielos de España con un caballo de fuego para guiarnos a todos hacia la conquista del mundo, una conquista pacífica a través del nuevo río del tiempo y el espacio, del río de las lágrimas de nuestro dolor compartido, de todas las lágrimas por un pasado terrible que por fin va resolviéndose, las lágrimas de la felicidad por el futuro sin fin que nos espera, es la primera vez que el futuro ya no va a tener fin, igual que el mundo no va a agotarse nunca, el mundo está esperándonos, dirá Felipe El Definitivo saludando desde su caballo, y todos cantaremos yo soy español, español, español mientras atravesamos la tierra y los océanos para expandirnos por la Tierra, los policías de tráfico del mundo se inclinarán ante Esperanza Aguirre y su coche flamígero, su coche celestial, las parturientas del mundo se inclinarán ante Alberto Gallardón, que mostrará su espada de fuego con la tranquila magnanimidad de los justos mientras atraviesa los cielos sobre dos leones, pastor luminoso de una prole sin fin, Rajoy irá hacia el Oriente cogido de los brazos de la Merkel y de Obama, irán hacia el Oriente como Reyes Magos inversos, sonrientes y victoriosos, tomando cada uno el brazo de los otros, abrazándose, irán para llevar la buena nueva de la paz y la conciliación definitiva de las civilizaciones, todos y cada uno de nosotros vamos a ser salvados, canonizados, conservados para siempre, yo sé que está naciendo en China un niño que tiene nuestro rostro, el rostro de todos nosotros, porque es el niño que nos salvará. 

Yo he sabido todo esto porque lo he visto en Google Maps, puedo ver el futuro porque lo he visto en Google Maps, cualquiera de nosotros puede hacerlo, Google Maps es la nueva Biblia, una nueva palabra revelada que solo dice el futuro, nuestro futuro, porque ya solo nos queda el futuro, y va a ser un futuro glorioso, ¿acaso lo dudas, hombre o mujer de poca fe? Levántate y anda, hombre, mujer, y ven con nosotros, acompáñanos por las calles de la nueva realidad. 


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