viernes, 9 de agosto de 2013
La invención de la escritura
Detrás de todo ese vacío intergaláctico
hay la trastienda de una tienda
china, de un todo a cien.
Hago muescas en los huesos
del pollo que me acabo de comer,
dibujo pictogramas, jeroglíficos,
pregunto mi futuro:
yo también, como todos,
he inventado mi propio
idioma milenario
mientras me dirigía con fastidio
a alguna parte.
¿Adónde? A alguna parte
lejos de mi fastidio.
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