jueves, 13 de agosto de 2009

Enseñame, invisible


Trato de hallar la ruta que me lleve, cada mañana lo intento; pero todas las noches regreso a la estacion. Mi punto de partida. Al menos, siempre dejo aqui las maletas: detesto llevar peso. Las saco de la consigna, me mudo y me aseo: poco mas. No hay espejos, aqui. Me miro de reojo en los cristales de puertas y ventanas. Olvidaba que es este mi lugar. Y con la madrugada, solo como un espectro, camino entre estos grandes trenes muertos; mi cansancio me seda entre las sombras: soy parte de ellas; sin fuerzas para arrastarme mas alla.

¿A donde quise ir? ¿Por que? ¿Por que persiste esta obsesion, llegar alli? Lo mismo da si acabo aqui, tras todos los intentos.

Lo olvidare mañana, cuando trate de llegar otra vez: cuando al fin duerma; alli, muy lejos, no se donde. Donde sea.

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