martes, 11 de mayo de 2010

La felicidad del monóglota


Cuatro años esperando...

La semana pasada leyendo a Philip K. Dick y a J. G. Ballard; ésta la he empezado con James Stephenson y su La olla de oro, que me ha sugerido un artículo que se titularía "Gamberrismo druida" y que también abordaría las novelas de ese maravilloso alienígena irlandés llamado Flann O´Brien. Esta mañana, cerrando algún tipo de círculo delirante, de fascinante -para mí, al menos- constelación lectora, me llega el mail de novedades de Casa del Libro en el que leo está publicada al fin la traducción de la -ya- penúltima novela de Pynchon.

O sea, que soy feliz. Vuelvo a casa con mi copia y leo las primeras líneas:

"-¡Aligeren cabos!

"-Ahora con brío..., con tiento... ¡Muy bien! ¡Preparados para largar!

"-¡Ciudad del Viento, allá vamos!"

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