Un dia desapareci. Lejos, mas libre, busque despacio los fragmentos de aquello que yo fui. Pero no era facil y probe a hacerme como yo quise: la memoria no era, por fortuna, una prerrogativa; quiero decir obligatoria. Lo supe entonces: aquello que creemos ser, y que nos constituye, constituye un obstaculo.
Objetos, como insectos: aun sueño con ellos. Atraviesan mis noches en hileras, construyendo un espacio lentamente -noche tras noche avanzan sin obstaculos- donde yo ya no quepo. Pero me reconforta saber que sigue ahi, ajeno a mi: porque se que me cuento ya entre ellos, y que con ellos atravieso el fondo de las noches
Cada mañana despierto en una casa vacia, mas pequeño cada vez.
3 comentarios:
Qué precioso. Me gustaría firmar una entrada así.
Me abruma, amigo Antonio: dejeme pequeñito. Un abrazo muy fuerte.
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