jueves, 24 de junio de 2010
Una versión libre del primer fragmento de la Alondra de Ted Hughes
La alondra va elevándose
igual que una advertencia:
el mundo no es seguro.
Pecho de bala hecho a la altura
igual que un indio en las alturas de los Andes.
Una cabeza de lebrel, y con espinas:
flecha de cazador.
Plomiza,
con su músculo
se enfrenta al centro de la Tierra.
Plomiza como un lastre
dentro de la tormenta que propulsa
toda respiración.
Su centro pesa igual que el plomo
para fijarla al centro de la vida.
(A partir de la versión de Xoán Abeleira, en Ted Hughes, El azor en el páramo, Bartleby editores)
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Mi comentario no tiene nada que ver con este hermoso poema de la Alondra, pero el sentimiento sí: ¿cuándo saldrá(n) tu(s) próximo(s) libro(s)?
Después de verano, y sólo uno, de momento :D
Publicar un comentario