jueves, 27 de agosto de 2015
Punto y coma
La irremediable naturaleza redicha del punto y coma, esa sensación de que aporta más cohesión al texto de la que el texto tiene en realidad; esa sofisticación de otro tiempo, un tiempo falso porque nunca existió, impostado y pedante. Pero quién se resiste a poner, a deslizar uno siquiera, aquí y allá, solo para cumplir con una suerte de trámite y demostrar que sabe de su existencia y que sí, que está muy bien, pero ahora vayamos a otra cosa; abordemos las cuestiones de la gramática que importan de verdad, siempre por resolver en nuestro próximo párrafo.
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