(Publicado en la revista digital Deriva. Para seguir leyendo, aquí)
martes, 23 de septiembre de 2008
Los días y las bestias
En torno a Diario de las bestias blancas de Diego Sánchez Aguilar (VII Premio Dionisia García, Aula de Poesía / Universidad de Murcia, 2008):
Diego Sánchez Aguilar sabe que no se puede escribir poesía después de Auschwitz, o no “cierta” poesía, para no incurrir en la mala interpretación que Alberto Santamaría subraya suele hacerse de la afirmación de Adorno en su reciente El poema envenenado[1]. La primera sensación que un lector pueda tener al enfrentarse a su voz poética es la de un timbre educado en la poesía metafísica: con un sentimiento que, con Unamuno, no teme ser expresado a través del pensamiento; un sentimiento que descree de los sentimientos porque sospecha de los acantilados a los que conducen.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Coño, Jose, si creía que estaba en la página de Mora!
En fin, tremendo ensayo. Yo ando preparando también una reseña de este libro pero che, como el Bulli y el McDonald's: no se estorban. Simplemente su target es diferente.
Yo también he pensado que me había metido en la página de Mora por error. Pero en fin, muchas gracias por el trabajazo y por los elogios. Ahora solo falta que te leas la tesis y le dediques una reseña.
Publicar un comentario