jueves, 30 de julio de 2009

Enlazar y coser: canta si puedes. Un supuesto


A es el colmo de la amabilidad. Pero sabe tratar a los perversos, y lidiarlos: puede pararles los pies. Tambien, de alguna forma, de ellos se alimenta. Con estos, A es, digamos, B. Sin dejar de ser A.

C es amable y perverso, y tambien viceversa. De forma atolondrada, no puede controlarlo en ocasiones. Pero es voluntarioso. Y odia a B. Trata de ser A con los A y B con los B: esta nomenclatura seria una generalizacion; sobre la ya evidente.
C ama a A y detesta a B, hablando en terminos generales. Y aqui viene el problema: A es complejo y se sueña D. C no lo entiende e, indefenso por su incapacidad de devenir, a ratos, D, sucumbe una y otra vez ante los ataques de D.

Pero ama a A. Y como B no es rival para D, persiste en A. Porque odia a B. Porque no puede defenderse contra B. Hasta que A, aburrido -el A no general, el no arquetipico, el real-, impone lejania irremisible entre los dos.

Son asi de insensatos los caminos de la devocion.

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