Sigo mi paseo, es de lo que se trata. Lo sigo y luego vuelvo. Volver es importante, se me ocurre. Espera. "Volver es importante, se me ocurre". Ya. Apuntado. Vuelvo. Volver es importante, digo, pero ahora es relativo, con este calor: mejor huir. A alguna parte, donde sea. Y no pienso apuntarlo. Se lo comento a mi chica, a la que he interceptado en vuelo, como quien dice, para la vuelta. Se lo comento: "No volvamos. Huyamos". "Claro, cariño", me responde. Y hemos vuelto. Ha pasado el dolor de cabeza. Hemos estado hablando de una casa, de una casa que comprar, una mayor. Son cosas que no caben ahora, no caben todas. Tampoco hay mucho tiempo: este verano va a pasar. Ya lo estoy viendo. Yoshimi nos saluda, como hace siempre, en la puerta de casa. Nos acompaña a la cocina, a donde sea. Isolda ni se inmuta, arrojada como quien dice en el pasillo de casa: extendida como un saco, pegada a la pared; apoya en ella sus patitas. "Van a disfrutar mucho la casa, si la compramos", dice mi chica. "Ya veo a Yoshimi escaleras arriba y escaleras abajo". Es su cumpleaños, por cierto: el de Yoshimi. Su cumpleaños aproximado, es un gato huertanico, una fecha difusa, la de su nacimiento. Cumple cuatro años. Isolda tres, en breve. Que es a lo que yo iba. A meter dibujos de los gatos. A felicitarlos. He pensado en meter un poema que les he dedicado, lo hice hace un tiempo. -hace bastante, pero ni hablar de verbos en perfecto simple: cosa de las tildes, de su falta.- Mejor guardarlos. Ayer pensaba acompañar el dibujo de la chica con su hijo con otro poema, uno de los que cierran mi ya viejo cuaderno, uno de los menos malos. Pero lo guardo. No cabe todo. Solo iba a escribir un poco, me cuesta horrores hacerlo ahora, con este calor; aunque hace tiempo que no lo hago, antes del calor, digo. Pienso en hace un año, en hace un año y medio, y me digo: escribe mini-relatos. Pero me da la pereza. Este calor, etc. Las tildes, su falta, es una excusa. Por ejemplo. Acabo de recordar otro objeto para mi paseo matutino, ya terminado: comprar otro teclado. Y pienso: debo añadir algo sustancioso a todo esto. No hay fuerzas, hay calor y solo eso. Comprar otro teclado, comprar nuevas excusas. No, en serio: el calor.
No cabe todo: espacio. ¿Espacio? Pronto, con suerte. Feliz cumpleaños, chicas.
2 comentarios:
Perfecta retroalimentación de vida y literatura. En este terreno asciendes a tus cotas más altas.
Vaya, gracias. Preparaba un post sobre mis lecturas veraniegas de -otra vez- los tebeos de Jack Kirby. Voy a añadir algo de ese feed-back que apuntas.
Un (h)abrazo, neng.
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