Noches para sudar tu miedo y tu sentirte solo: no fue inútil. Ahora te has reconciliado, en el recuerdo, con lo que motivaba aquellos malos sueños. A esa distancia, no te afecta. Y queda todo lo demás, lo que sigues aún reconstruyendo, poniendo en el lugar en el que no es inútil.
viernes, 25 de junio de 2010
La bondad de las estatuas
¿Recuerdas tu primera pesadilla? Ahora sabes de la inutilidad de tus esfuerzos, más allá de lo que comprendía tus esfuerzos, y cuando abandonabas era lo peor. Pero lo disfrutaste en una infinidad de huecos que se abrían en todos esos días.
Noches para sudar tu miedo y tu sentirte solo: no fue inútil. Ahora te has reconciliado, en el recuerdo, con lo que motivaba aquellos malos sueños. A esa distancia, no te afecta. Y queda todo lo demás, lo que sigues aún reconstruyendo, poniendo en el lugar en el que no es inútil.
Noches para sudar tu miedo y tu sentirte solo: no fue inútil. Ahora te has reconciliado, en el recuerdo, con lo que motivaba aquellos malos sueños. A esa distancia, no te afecta. Y queda todo lo demás, lo que sigues aún reconstruyendo, poniendo en el lugar en el que no es inútil.
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2 comentarios:
Otro offtopic, qué vergüenza... Quería decirte que deberías hacerte una licencia de Creative Commons para proteger el uso de tus textos.
Voy a mirarlo, Cuentacuentos. Gracias y un abrazo. ¡Y llámame cuando quieras, para tomarnos una cerveza veraniega -o para irnos a comprar tebeos-!
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