miércoles, 9 de junio de 2010

La pereza,


el no poder.

Todo lo que me queda por hacer. Y que no tengo fuerzas para hacer.

Ah, este calor. Mis gatos, otra vez -un año más-, persiguen los rincones más frescos de la casa. Yo los sigo.

Allí hacia donde van, es donde se derrumban. Yo los sigo.

(Bueno, esta semana sí he hecho algo: un largo y caótico poema que termina:

"Café, rescátame de aquí").

2 comentarios:

Anónimo dijo...

me encanta... antonio

Joseóscar dijo...

¡Gracias, Antonio!