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(Murcia, 1973). Licenciado en Filología Hispánica, con másteres en literatura comparada europea y en escritura de guión para cine y televisión. Sus dos primeros libros de poemas fueron Los nuevos dioses (finalista del premio Voces del Chamamé, Asturias, 2001; Los cuadernos portátiles, Murcia, 2001) y Agujeros (Tres Fronteras, Murcia, 2002), aunque hoy, como suele suceder con los primeros libros, salvaría solamente algunas páginas de ellos.
Más recientemente ha publicado un largo y alucinado poema épico, o road movie en verso, de título Vigilia del asesino (Celesta, Madrid, 2014); el libro misceláneo de poemas y fragmentos narrativos Llegada a las islas (Baile del Sol, Tenerife, 2014); y la plaquette Animal fabuloso de veintisiete letras (Mursiya poética/Colectivo Iletrados, Murcia, 2012).
Como narrador es autor del libro de relatos Los monos insomnes (Chiado, Lisboa, 2013), la plaquette en formato electrónico Nosotros, los telépatas (Suburbano, Miami, 2013). y la novela breve Armas de fuego místico, incluida en el volumen colectivo Extraño Oeste (Libros del Innombrable, Zaragoza, 2015).
Ha colaborado como crítico y ensayista en revistas como El coloquio de los perros, Deriva o Quimera, y en la antología de relatos Los Supremos. Superhéroes y cómics en el relato hispánico contemporáneo (El Cuervo, Bolivia, 2013), donde firma el ensayo “Encuentros con entidades. Mis experiencias con los superhéroes”, que sirve de epílogo al volumen. Sus relatos y poemas han aparecido en revistas como La bolsa de pipas (Mallorca) o Hache (Murcia), y en websites como Los noveles, Las afinidades electivas o La nave de los locos.
5 comentarios:
Pues yo pa mi que eso del eterno femenino no existe. Tú verás. Ahora, que si te gusta, pues nada. Pero un consejo: empieza a ver el inmediato, volátil y efímero femenino, seguramente serás más feliz. O al menos te comerás menos el coco.
No sé si es que tienes que moderar tus comentarios o qué pasa, porque el que te he dejado antes no sale. Esperaré.
O sea, que sí. Al principio siempre pasa. Yo también moderé los comentarios, hasta que me di cuenta de que si había impertinentes, groseros o imbéciles, luego los podía eliminar sin problemas. Pero haces bien de momento. Disiento, pero me gusta tu blog.
Me encanta el eternamente volátil y efímero femenino, inmediato porque en medio lo bueno es mejor. ¡Bienvenidos los disidentes a esta bitácora! Estás en tu casa.
como me moderarás y no pondrás este comentario, me explayo:
el bucle, vuelvo a actualizar mi blog, dejado y retomado millones de veces, como tú este blog, dejado y retomado otras tantas.
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